El Kari kari, también conocido como Wari chapi o zarza común, es un arbusto fibroso de la familia de las rosáceas que da origen a una de las frutas más valoradas: las zarzamoras andinas. Esta pequeña frambuesa, de tamaño medio, crece de forma silvestre en los bosques de neblina y páramos de los Andes, entre los 1.000 y 3.700 metros de altitud, abarcando territorios de Bolivia, Argentina y Colombia.
En Bolivia, se considera que el Kari kari tiene su cuna en los Yungas de La Paz, aunque hoy también es parte esencial de los cultivos de Cochabamba y otros valles paceños, como Río Abajo. La variedad específica, Rubus boliviensis Focke, ha sido tradicionalmente apreciada no solo por su sabor, sino también por su uso en la medicina ancestral, donde se le atribuyen propiedades curativas ligadas al conocimiento de los pueblos originarios.