La Calle Jaén es una vía ubicada en La Paz, que alberga una variedad de bares, cafés y museos, incluyendo la casa de Pedro Domingo Murillo, durante el siglo XVI, esta calle era conocida como callejón Cabra-Cancha, un mercado donde se realizaba la compra y venta de camélidos, debe su actual nombre al protomártir de la independencia Apolinar Jaén. Con una longitud de 115 metros, las edificaciones a lo largo de la calle conservan su estilo colonial, con balcones y adoquines, además alberga cuatro museos municipales: Museo Costumbrista Juan de Vargas, Museo de Metales Preciosos, Museo del Litoral Boliviano y Casa Museo Pedro Domingo Murillo, entre otros. Desde una perspectiva histórica, la Calle Apolinar Jaén se destaca como una de las pocas calles en La Paz que ha permanecido prácticamente sin cambios desde la época colonial. Sirve como un testimonio tangible de la herencia colonial española en la ciudad, caracterizada por sus faroles tradicionales y balcones.
Además, la calle ha adquirido cierta fama por ser el escenario de leyendas urbanas y misteriosas historias se cuenta que ocasionalmente en las noches se encuentra un hombre que comienza a conversar sobre temas anticuados, relacionados con batallas olvidadas, otros aseguran haber visto el fantasma de Pedro Murillo, un héroe de Bolivia y antiguo residente de la Calle Jaén, tratando de entablar conversación con los transeúntes. También se han oído cadenas que evocan imágenes de esclavos y golpes en las puertas, como si alguien estuviera pidiendo socorro, para poner fin a estas apariciones, se decidió instalar una Cruz Verde al principio de la calle.